José Rosario Heras López, quien el capo sinaloense Ismael Mario Zambada García, alias “El Mayo” -de 76 años de edad-, afirmó que era su jefe de escoltas o seguridad – que estuvo presente cuando presuntamente fue privado de la libertad, el 25 de julio de 2024, en Culiacán de Rosales, es en la actualidad “Agente de Investigación” de la Policía Ministerial, de la Fiscalía General del Estado (FGE) de Sinaloa, con 24 años de servicio, en dicha institución de procuración de justicia.
Así fue revelado este 17 de agosto de 2024, además se obtubo una copia de la constancia de antecedentes policiales de Heras López, en la que se detallaba que ingresó el 6 de julio del año 2000, a la Procuraduría General de Justicia de Sinaloa, como agente de la Policía Ministerial.
En ese tiempo, el priista Juan Sigifrido Millán Lizárraga era gobernador y la Procuraduría sinaloense dependía del Poder Ejecutivo estatal. El 15 de diciembre de 2010, Heras López pasó a ser “Agente de Investigación” de la Policía Ministerial.
Posteriormente, Heras López fue asignado como comandante de la Policía Ministerial en la región de El Salado, zona que, según la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) ha sido el área de influencia de “El Mayo” Zambada y su facción del Cártel de Sinaloa.
Jesús Antonio Aguilar Íñiguez, mejor conocido como "Chuy-Toño" en ese entonces director de la Policía Ministerial de Sinaloa, y señalado por muchos años como protector del Cártel de Sinaloa, fue el encargado de asignar a Heras López a esa zona. El cofundador del Cártel de Sinaloa confirmó, el 10 de agosto de 2024, que Joaquín Guzmán López, “El Güero Moreno” -de 38 años de edad-, hijo de Joaquín Archivaldo Guzmán Loera, alias “El Chapo”, lo emboscó en Culiacán de Rosales.
Ello cuando “El Mayo” esperaba reunirse con Rubén Rocha Moya, gobernador de Sinaloa -desde el 1 de noviembre de 2021- y con Héctor Melesio Cuén Ojeda, político ejecutado el mismo día de las detenciones de ambos capos sinaloenses, el jueves 25 de julio del mismo año.
“Me acompañaban cuatro miembros del personal de seguridad, de los cuales dos se quedaron fuera del perímetro. Los dos que entraron conmigo eran José Rosario Heras López, Comandante de la Policía Judicial del Estado de Sinaloa, y Rodolfo Chaidez, miembro de mi equipo de seguridad desde hacía mucho tiempo”, dijo el capo sinaloense, en la misiva, difundida por su abogado Frank Pérez.
Una hermana de Heras López denunció la desaparición de su hermano el mismo 25 de julio de 2024, pero no se dio a conocer por la Fiscalía General del Estado de Sinaloa, sino hasta después de que se reveló la carta del capo sinaloense.
“No hay ficha de búsqueda, tampoco una alerta. Por ahora, sólo se cuenta con una fotografía inédita junto con su carta de servicio elaborada por la dependencia en la que ha laborado durante 24 años”, agregó el citado rotativo.
Heras López es un “policía que mancha a la corporación”, enfatizó Sara Bruna Quiñónez Estrada -quien hasta la mañana del 16 de agosto de 2024 fue la titular de la Fiscalía sinaloense-, tras revelarse la misiva de “El Mayo”.
“El avión que llevó a Ismael ‘El Mayo’ Zambada a EU salió de una pista de fumigación cerca de Culiacán. Al menos, eso creen en la Fiscalía General de la República (FGR). El verdadero piloto es mexicano”.
“Así lo indican hasta ahora los indicios de la investigación. Voló con los aparatos de radar apagados hasta que cerca de El Paso, Texas, se comunicó por radio con Ciudad Juárez y pidió autorización para aterrizar. Juárez remitió la petición a El Paso y, antes de que lo autorizaran, otro encargado del aeropuerto cercano de Santa Teresa, Nuevo México, le respondió al avión con matrícula estadounidense, clonada, que podía aterrizar allí”.
“La semana pasada, funcionarios de la FGR fueron a Nuevo México para hacer allí una diligencia. El asunto no era menor, porque no es común que agentes mexicanos logren hacer diligencias en otro país. Y fue más bien un fiasco”.
“A los funcionarios mexicanos no les dieron videos del aeropuerto, les enseñaron algunos objetos que ‘El Mayo’ y Joaquín Guzmán usaron en el vuelo, pero no les dejaron procesar las huellas dactilares en esos objetos. Cuando lograron ver el número de serie del avión, se dieron cuenta de que era distinto al que, pocos días después de la captura, había informado el gobierno estadounidense”.