El levantón del cantante sierreño, Víctor Bravo, vocalista del grupo musical Edición 210 registrado el domingo en conocido drive inn de Parral, no fue la única reacción del grupo criminal que domina la región, ante lo que fue una presunta invasión de la plaza por parte de sus rivales.
El Levanton se adjudica a una célula del Cártel de Sinaloa que opera en la región de Hidalgo del Parral presumiblemente porque Bravo Salcido dedicó un corrido al jefe de la plaza del municipio de Camargo, Alfonso Arellanes del “Cártel de La Línea”.
Los investigadores de la Fiscalía General del Estado apenas pudieron aproximarse al móvil del delito sufrido por el intérprete de narcocorridos, pero lo suficiente como para determinar que entonó varias rolas a petición de uno de “Los Arellanes”, de Camargo, viejo grupo ligado al Cártel de Juárez.
Hablan en la región de un mando delictivo que se metió hasta la cocina en una ciudad que defiende a sangre y fuego el otro cártel, el de Sinaloa, pero alcanzó a irse del drive inn antes que llegaran sus enemigos.
Fue entonces el cantante Víctor Bravo, vocalista del grupo musical Edición 210 quien debió pagar la cuenta con el levantón, los tablazos, los golpes y las cachetadas que le propinaron los rivales durante dos días. Para su fortuna lo dejaron vivir y apareció el martes con las señales de la tortura sufrida.
Total, le salieron muy caras las propinas posiblemente recibidas de parte de quien le pedía complacencias con la banda que lo acompañaba.
Igual de grave que el levantón es lo que reportan algunos propietarios de bares luego de lo ocurrido. Aseguran que enviados de la organización criminal dominante en Parral, El Cartel de Sinaloa, comenzaron a visitar a los encargados de seguridad para obligarlos a colaborar con ellos en la detección de rivales.
Pretenden obligarlos, dicen, a que pidan identificación del INE a todos los que quieran ingresar a los centros nocturnos y reportar a los que tengan domicilio en Jiménez o Camargo, la tierra de “Los Arellanes”.
No es un dato para dejarse de lado. Las células rivales a las de Parral han tenido violentas incursiones hasta dicha ciudad y más allá. Han llegado a organizar matazones en la sierra e incluso, presumiblemente, fueron las que levantaron a José Domingo C.B, mando de la “Gente Nueva”, en patrullas clonadas de la Guardia Nacional.