El Chino llevó el horror a las calles. Este hombre, según denunciaron comerciantes del Centro Histórico en la Ciudad de México, era el encargado del cobro de piso en la zona. Había quedado en representación de Jaime Vázquez, el Ronco, asesinado en 2017.
Al Chino lo capturaron en 2019, pero en el centro nada cambió. Llegó el Laureno quien imponía cuotas de hasta 10,000 pesos. Todos ellos fueron vinculados al cártel de la Unión Tepito.
Las autoridades advierten que no ven a los grupos criminales como una amenaza; sin embargo, a la capital ha arribado un tiburón más gordo: el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), a quien comerciantes han visto midiendo las calles, presas de la inseguridad, la corrupción, la extorsión, el cobro de piso y el secuestro.
Las personas que ahí viven sospechan de una negociación entre la Unión y el CJNG.
Apenas este viernes, el jefe de la policía de la capital mexicana, Omar García Harfuch, ha advertido que no hay presencia de la organización criminal de Nemesio Oseguera Cervantes, el Mencho.
García Harfuch fue atacado el año pasado por una célula del cártel de la cuatro letras presuntamente operada por Carlos Enrique Sánchez, el Cholo, identificado como uno de los operadores del circulo cercano de Oseguera Cervantes.
La Ciudad de México siempre ha hecho gala de una situación de aparente excepcionalidad en materia de combate a la delincuencia organizada. Ahí, los gobiernos han enfatizado que, a diferencia de otras entidades azotadas por la violencia, en la capital mexicana no hay y y no operan cárteles de la droga.
Sin embargo, ni sus virtuosos cuerpos de seguridad, fiscalía profesional y avispados funcionarios han evitado que los grupos criminales alcen su bandera en la metrópoli.
El año pasado, la Secretaría de Seguridad Ciudadana presentó el mapa delictivo de las organizaciones criminales que operan en la ciudad, en él se muestran a sus líderes y las zonas de acción.
La alcaldía Cuauhtémoc (en el centro de la CDMX) es bastión de uno de los grupos delictivos más sanguinarios de la urbe: la Unión Tepito. De acuerdo con el esquema, la zona se ha dividido en facciones presuntamente controladas por hombres identificados como Lalo Ramírez, alias “Chore”, Víctor Hugo Ávila, conocido como el “Huguito”; Cristián Emmanuel Flores y Dilan Alexis Alvarado, alias el “Dilan”.
En esa misma alcaldía opera la célula delictiva denominada Fuerza Anti-Unión, bajo el mando de Eusebio Hernández Vázquez, alias el “Cejas”, de quien también se conoce que opera en Morelos.
La Fuerza Anti-Unión mantiene una guerra con el grupo criminal de Tepito. La disputa comenzó cuando dos miembros de ésta última célula, el “Tomate” y el “Huguito” ejecutaron al hermano mayor de Jorge Flores Concha, el “Tortas”, fundador de la Fuerza Anti-Unión. Las calles se llenaron de muertros desde entonces.
Del Cártel de Tláhuac, un grupo dedicado al narcotráfico, extorsión y secuestro, se sabe que opera en las alcaldías Xochimilco, Milpa Alta y Tláhuac. Su líder es Liliana Pérez Ramírez, alias “Li”, hermana del fundador del cártel, Felipe de Jesús Pérez Luna, alias el “Ojos” . La banda se consideraba desarticulada tras el asesinato del “Ojos”, en 2017; no obstante, la sucesión de cabecillas y diversos hechos delictivos relacionados al cártel, advirtieron que estaba de regreso.
El Cártel de Tláhuac comenzó como una banda de secuestradores que operó a partir del año 2000 y se le vinculó con la organización criminal de los hermanos Beltrán Leyva.
Al poniente de la ciudad, se encuentra asentada la banda de Lenin Jonathan Canchola Martínez, el “Lenin”, con actividad en la Álvaro Obregón, Cuajimalpa y el Estado de México.
También destaca la célula delictiva La Ronda 88, con presencia en las alcaldías Cuauhtémoc y Gustavo A. Madero. Fabián Solís Vega, conocido como “Fabián de Peralvillo”, es identificado como el principal operador de La Ronda 88.