Como si no fuera suficiente el caos que se ha generado dentro de las células delictivas que operan en la limítrofe de San Luis Río Colorado, Sonora y el Valle de Mexicali, ahora se genera una ruptura entre integrantes de la agrupación criminal conocida como Los Garibay, cuyos líderes identificados -hasta el momento- son Luis Alfredo Garibay Félix y su tío Manuel Garibay Espinoza, este último, mítico líder de la agrupación delictiva desde los 80. Además, células de “Los Rusos” llegaron como refuerzo para pelear con Los Salazar, quienes intentan apoderarse de las operaciones en la zona rural de Mexicali
Desde el 23 de febrero, Mexicali ha registrado una serie de ataques armados y un gran número de levantones perpetrados por agrupaciones delictivas que operan en el Valle.
La ola sangrienta que ha dejado el enfrentamiento de criminales ligados a Jesús Alexander Sánchez Félix “El Ruso” y Felipe Eduardo Barajas Lozano “El Omega” en contra de la agrupación delictiva Los Salazar, apoyadas por Luis Alfredo Garibay Félix “El Wicho”, ha vuelto a la limítrofe de Mexicali con San Luis Río Colorado, Sonora, uno de los focos rojos más alarmantes de Baja California, debido a los recientes asesinatos y privaciones de la libertad.
La Fiscalía General del Estado (FGE) abrió ocho expedientes relacionados con levantones en la zona rural del Valle de Mexicali; tres personas ya fueron localizadas en el municipio de San Luis Río Colorado, Sonora.
Algunos de los homicidios y levantones ocurridos en el Valle de Mexicali, se atribuyen a Eduardo Molina Flores, conocido como “El Zabe”, “El Sevas” y/o “El Sabino”, aunque en una indagatoria realizada por fuentes de Inteligencia, se pudo establecer la presencia de un brazo armado de “El Ruso”, el cual arribó a Mexicali para pelear de la forma más violenta.
Se trata de un hombre apodado “El P1” o “El Ponchito de la Lima”, identificado como Alfonso Peralta o Alfonso Amaya. Hasta el momento autoridades investigadoras no han logrado identificar concretamente a este personaje con varios años dentro de la estructura criminal de “El Ruso”.
Para empeorar el escenario, un conflicto dentro de la descapitalizada célula de Los Garibay, anuncia aún más caos originado por una pelea entre “El Wicho” Garibay con su tío y líder de la agrupación, Manuel Garibay Espinoza, debido al rechazo del segundo de respaldar al primero en su enfrentamiento directo en contra de “El Ruso” y “El Omega”.
Mexicali es uno de los municipios con menor incidencia delictiva en materia de homicidios, al contabilizar poco menos de 50 en los últimos tres meses, solo por encima de Rosarito y San Quintín.
Pese a que el grupo de Homicidios Dolosos ha realizado operativos con resultados importantes, la capacidad operativa ha sido insuficiente para contener la violencia en esta zona.
“EL P1” DE “LOS RUSOS”
Alfonso Peralta, “El P1” |
Como una medida para contener el avance de Los Salazar, aliados de “Los Chapitos” en Mexicali y San Luis Río Colorado, “El Ruso” solicitó el apoyo de uno de sus hombres armados de mayor confianza, apodado “El P1”, para reforzar las operaciones en esa zona.
“Mis armas son mi afición, buen pulso y la discreción
Al Ruso respaldo yo y en la Lima yo protejo
Y si hay que festejar, me gusta parrandear
La banda he de jalar, un grupito norteño.
“Mucho gusto, soy Ponchón, El P1 anda al millón
Compa Cannabis, estoy pa’ lo que se ofrezca, viejo
Yo nunca hablo de más, tengo seguridad
Mi escuela ha de admirar al viejo Macho Prieto”.
Tal es una estrofa de una canción llamada “El P1”, del grupo Clasificado con Máximo Grado, y describe un poco del origen de este personaje que se identifica como emanado de la escuela de “El Macho Prieto”, apodo de Gonzalo Inzunza, integrante del Cártel de Sinaloa presuntamente abatido -aunque nunca confirmado- en Puerto Peñasco, Sonora en 2013, durante un operativo conocido como “La Batalla del Golfo”.
De la misma línea es “El Ruso”, el cual también trabajó con “El Macho Prieto” durante varios años.
Debido al enfrentamiento, “El P1 o “El Poncho de la Lima” es identificado por autoridades bajacalifornianas como el encargado de la pelea contra Los Salazar y “Los Chapitos” (Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar), por lo que se le ha vinculado con los levantones suscitados en semanas anteriores.
Información proporcionada por el vicefiscal regional de Mexicali, Pedro Mendívil, indica que se han abierto ocho expedientes por levantones desde el 23 de febrero, cuando se suscitó la primera intervención de un comando armado en el Valle de Mexicali, donde según testigos, participaron entre 10 y 15 personas.
Los cuerpos de tres fueron localizados en San Luis Río Colorado, uno de ellos Gerardo Mendieta Durán, hermano de un mando policiaco, sustraído de su vivienda la noche del 26 de marzo en el poblado “La 28”. Los otros dos fueron identificados como Eliasib Verdugo Torres y Demetrio Pérez Núñez, ambos sustraídos la noche del sábado 27 en las inmediaciones de Ciudad Guadalupe Victoria. Se localizaron sin vida junto a otros dos individuos sin identificar, cuyos cadáveres fueron abandonados en el Valle de San Luis.
Aún no se conoce el paradero de cinco individuos “plagiados”, y aunque de manera oficial no han podido plasmar el vínculo en el expediente de investigación, la realidad es que fuentes de las Mesas para la Construcción de la Paz han establecido que se trata de agresiones perpetradas como respuesta inmediata. Es decir, un grupo ataca y otro responde.
EL ROMPIMIENTO
Manuel Garibay Espinoza, conocido como “Don Manuel”, es uno de los criminales más longevos en Mexicali. Tras permanecer varios años en prisión, acusado de delincuencia organizada, tráfico de drogas y homicidio, logró salir tras un prolongado proceso penal.
Sabiendo que sus hermanos José Luis y Gerardo, y su hijo José Manuel están detenidos y finado, respectivamente, “Don Manuel” regresó a la actividad criminal, con el apoyo de su sobrino Luis Alfredo Garibay Félix “El Wicho”, entre otros viejos operadores.
A raíz de la reyerta entre “El Wicho” y “El Omega” por controlar la limítrofe del Valle de Mexicali y Sonora, los homicidios y ataques armados repuntaron.
El primer mensaje directo que evidenció el conflicto entre las dos células remanentes del Cártel de Sinaloa, fue en octubre de 2020, tras el asesinato de Jorge Luis Mora López, de 31 años, conocido como “El Chinto” -escolta de “El Wicho”-, detenido en 2012 junto con Garibay Félix en Tijuana y procesado por homicidio en agravio de una niña. Hecho por el cual recuperó la libertad, luego de más de un año de juicio.
En octubre de 2020, “El Chinto” fue acribillado en un taller mecánico del Ejido Colima -zona de Los Garibay-, donde se refugiaba, y tras las indagatorias, como probable responsable se identificó a “El Omega”.
Luego de algunos conflictos aislados, en febrero, un comando armado irrumpió en los ejidos Colima y Chiapas I, ubicados al Sur del Valle de Mexicali.
Los sicarios, presuntamente operadores de “El Zabe” y con apoyo de Los Garibay, acribillaron a dos personas y levantaron a otras dos, además de herir de bala a un niño de 6 años y una mujer.
Integrantes de las Mesas para la Construcción de la Paz de Baja California, ubicaron a las víctimas como Enrique Martínez Camacho, de 46 años, y a sus tres hermanos: Aarón, Ángel y Alonso, de 41, 45 y 48 años de edad, respectivamente, como narcomenudistas de Los Garibay que habían decidido trabajar con la célula de “El Omega”. Lo mismo ocurrió con José Fidencio Granados, ultimado en la misma noche en el Ejido Colima, donde además fue baleado su hijo.
Testigos identificaron a Luis Alfredo Garibay Félix, René Ledesma Jáuregui “El René” y a un tercer individuo apodado “El Many”, como participantes en el comando armado que perpetró el crimen. A raíz de ello, se ha suscitado una serie de levantones en el Valle de Mexicali donde por lo menos nueve personas permanecen en calidad de desaparecidas, básicamente son venganzas, pues algunos son identificados como “Rusos” y otros como “Garibay”.
En medio del conflicto, “El Omega” y “El Ruso” solicitaron una reunión con “Don Manuel” para detener el conflicto con su sobrino, pero no les dio buenos dividendos, por lo que se declaró neutral y dio aviso que no intervendría en la pelea. Como una medida de venganza ante la falta de apoyo, “El Wicho” Garibay presuntamente secuestró a quien autoridades identifican como hijo de “Don Manuel”, de nombre José Alfredo Garibay Mora, de 25 años, el cual no siguió con el linaje criminal y hasta antes de su desaparición, llevaba una vida normal con esposa e hijos.
El 25 de marzo, por medio de redes sociales, la pareja sentimental de Garibay Mora solicitó apoyo de la ciudadanía para reportar su desaparición. Sin embargo, no proporcionó mayores detalles al respecto. Fuentes de Inteligencia confirmaron que “El Wicho” lo habría privado de su libertad como una medida de presión contra su tío, a cambio de su apoyo o de una fuerte suma de dinero que lo ayude a continuar con el enfrentamiento.